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Tres regalos sublimes de la naturaleza. Tres lugares de ensueño únicos en el mundo. Conoce cuáles son y por qué no te los puedes perder.
A medida que recorremos la bahía más bella encontramos lugares únicos en su tipo. En esta entrega, tres escenarios naturales que solo encontrarás en la Bahía de Banderas y que te robarán el aliento.
Los Arcos de Mismaloya: fieles vigilantes de la bahía
Estas grandes formaciones rocosas que emergen de la profundidad del mar asemejan a unos fieles vigilantes de la bahía, repletos de belleza y misticismo. En realidad se trata de pequeñas islas que se encuentran entre la playa Gemelas y la población de Mismaloya sobre la carretera a Barra de Navidad.
A estas grandes rocas las recubre vegetación endémica, que sirve de alimento y descanso para diversas especies y aves.
Este lugar fue nombrado Parque Marino Nacional en 1984 por sus características únicas y particular belleza. Y es que no se equivocó Jhon Huston cuando decidió meter a cuadro, este gran paisaje a la película “La Noche de la Iguana”, puesto que retratan Mismaloya y la exhuberancia de los paisajes vallartenses. La vista que tiene desde la carretera es sin duda para la foto del recuerdo, pero la verdadera experiencia es tomar una panga y bajar a explorar este enigmático lugar.
Existen diversos tours que te llevan a los Arcos de Mismaloya para experimentar en carne propia la sensación de pasar a través de estas longevas rocas que vigilan sus tesoros naturales en la profundidad. Y es que al hablar de tesoros no nos referimos a cualquier cosa, la riqueza del ecosistema de este lugar es increíble. Puedes cruzar nadando con un chaleco y un snorquel para disfrutar de la colorida fauna marina que hay en el sitio. El agua cristalina te permite ver el colorido de los peces que nadan entre tus piernas, como si éstos llegaran a darte la bienvenida.Y para los más arriesgados, también hay tours de buceo con profesionales en el ramo que te llevarán a explorar las profundidades del océano.
La isla del Coral: un paisaje de cuento
Aguas cristalinas color turquesa, arena fina y blanca y un paisaje sin igual al horizonte.
No tienes que atravesar el país entero para encontrarlo, a tan solo 10 minutos en lancha desde Rincón de Guayabitos en las costas de Nayarit, llegas a esta hermosa isla de cuento que definitivamente no le pide nada al mar Caribe. La hemos catalogado como uno de los escenarios naturales más bellos que posee la Bahía de Banderas. Un tesoro del Pacífico mexicano.
Por su amplia variedad de especies endémicas en la flora y fauna e inigualables arrecifes de coral, esta isla está en proceso de convertirse en área natural protegida por la CONANP, (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas), al ser cuna de especies como pelícanos, pájaros bobos, gaviotas y cientos de especies de peces.
Existe una cooperativa organizada para proteger el lugar y sus especies, y está en constante comunicación con las autoridades en la materia para contar con su aval y protección, desde el año 2016 la playa de la Isla del Coral recibió la certificación como Playa Limpia y entre los viajeros se le conoce como el tesoro del pacífico mexicano. Cuenta con un muelle para el desembarque desde donde se puede observar la transparencia de sus aguas. Pasar un par de horas en esta isla de ensueño es una experiencia maravillosa. No dejes pasar la oportunidad de apreciar su belleza natural esnorqueleando o si te gusta la adrenalina bucear es la opción.
La Playa del Amor: el ombligo de Bahía de Banderas
Este crater situado en el Parque nacional de las islas Marietas, es considerado uno de los escenarios más hermosos del Pacífico mexicano. Su biodiversidad es motivo de estudios e investigaciones de biólogos y académicos de la región, ya que cohabitan en ella fauna integrada por el pájaro bobo de de patas azules, gaviotas, pelícanos y diversas aves.
En la profundidad de sus aguas además de tener bellos arrecifes coralinos puedes encontrar mantarrayas, peces de mil colores, tortugas golfinas, delfines y en temporada de invierno imponentes ballenas jorobadas con sus crias. Existen horarios y condiciones especiales porque se trata de una reserva de la biósfera, es decir área natural protegida por las autoridades mexicanas.
Para llegar a ella solo lo puedes hacer a través de algún tour o embarcaciones turísticas que te llevan desde Nuevo Vallarta, Puerto Vallarta, La Cruz de Huanacaxtle, Bucerías o Punta de Mita. Y para adentrate a esta playa escondida, solo lo puedes hacer nadando o en kayak.
Quiza queremos pensar que esta enigmática playa está relacionada con el amor, por las sensaciones que te hace sentir tan solo para llegar a ella: emoción, aventura, fantasía y misterio. Tal cual como cuando conoces a esa persona que sabes que te robará el aliento.
La playa del amor es el ombligo de la Bahía de Banderas. Una vez que encuentras dentro de este ombligo marino, te invade la sorpresa y el misticismo ante tal hallazgo. Perderse por un instante en este lugar fuera del tiempo es un regalo sublime de la naturaleza. Flotar sobre el turquesa de sus aguas, abrazado por el azúl profundo del cielo, solo se puede comparar con la emoción que te deja un tierno beso…
