Spanish 
English 
El ciclismo de montaña es uno de los deportes más emocionantes y bellos. La adrenalina al recorrer lugares inimaginables, se complementa con las vistas más hermosas que nos regala la Sierra Madre occidental, en el estado de Jalisco.
Alrededor de la bahía de Banderas y en Puerto Vallarta, se encuentran una serie de montañas y sierras escarpadas erguidas como centinelas. Muchas de ellas, separadas por barrancas profundas y de difícil acceso. Otras, tienen alturas bastante impresionantes, teniendo en cuenta su corta distancia con la costa. Algunas incluso, alcanzan una altitud por encima de los 2,100 metros sobre el nivel del mar.
La dureza de este paisaje ha mantenido hasta ahora franjas gigantes de este vasto terreno casi virgen. Para cualquier persona con una bici de montaña, algunas habilidades, buena condición y un alma aventurera, esta área es un campo de juego con proporciones de ensueño.
Y esta tierra de los sueños no está tan lejos… al menos como el cuervo vuela.
Cuale: un pueblo de ensueño para el ciclismo de montaña
Mi reciente aventura fue con un grupo de amigos ciclistas de Puerto Vallarta. Comenzó en el antiguo pueblo minero y maderero de Cuale, a menos de 30 km en línea directa desde el centro de Puerto Vallarta. Se trata de un recorrido de 3 horas en automóvil, alrededor de 60 km de terraceria. Para los más disciplinados y en condición, significa un paseo en bicicleta durante todo el día cuesta arriba. Casi 1500 metros sobre el nivel del mar. Así que condujimos.
El pueblo de Cuale, comenzó como un centro de actividades mineras y madereras hace al menos 200 años. Su riqueza de depósitos minerales como el oro, cobre, y especialmente plata, permitió el establecimiento de un pueblo razonablemente grande y bien equipado, teniendo en cuenta su lejanía con cualquier otro lugar. Hoy en día la mayoría de su población, menos de 200 almas, se ganan la vida principalmente de la tala o la ganadería.
Los residentes del Cuale son trabajadores y amistosos. Su arquitectura tradicional y edificios antiguos del centro histórico, le dan al visitante una sensación de haber llegado a un lugar auténtico y especial. Desde aquí se puede pedalear hasta las minas, o conducir con un vehículo 4×4. Deberíamos haber conducido.
La exploración de los caminos
Llegamos a las minas, cerca había una empinada subida. Algunos 2100 metros sobre el nivel del mar. Desde aquí, recorrimos la antigua brecha minera hacia La Provincia, un antiguo pueblo maderero cerca de El Tuito. Esta antigua brecha bordea los flancos traseros del sur de la montaña, que los lugareños llaman “El Caracol”.
Los viejos mineros, atravesaron partes de la montaña para construir contrafuertes de concreto y roca y suspenderla a lo largo del acantilado. Un giro equivocado aquí, podría significar una avalancha de casi mil metros hasta el fondo del cañón.
Aparte de las vertiginosas alturas de este espacio elevado, el aire fresco de la montaña y el bosque de pinos y encinos, son tan diferentes a los de Puerto Vallarta, que es fácil olvidar que estás en el mismo estado. Una vez que has pedaleando hasta los puntos altos, el descenso es épico.
Durante muchos kilómetros, los únicos músculos que presionas son los dedos que aprietan los frenos y los muslos para agarrar el asiento. Sin embargo, incluso para los ciclistas experimentados, todavía hay algunos lugares obligatorios para desmontar y caminar su corcel de aluminio. Dos de ellos, son derrumbes traicioneros, que dejan una pendiente de piedras afiladas amontonadas sobre lo que una vez fue un camino. Luego hay algunos árboles derribados que desafían a ser saltados incluso por los más ágiles y astutos riders.
Los deslizamientos de tierra son una bendición “disfrazada”, pues evitan que los amantes de la velocidad accedan a esta brecha abandonada; dejándola sola para el disfrute ocasional de los excursionistas o ciclistas. Este lugar implica un mayor sentido de autosuficiencia y responsabilidad personal, ya que un rescate podría ser una tarea ardua y lenta.
El descenso desde la mina del Cuale
Nos ubicamos finalmente en El Rancho Aguacate, aproximadamente a mil metros sobre el nivel del mar, cerca de la cabecera del Río Los Horcones. Si bien el camino de tierra ha mejorado significativamente, desde este punto en adelante, grandes pinos caídos prohíben el acceso vehicular a cualquiera que no traiga sus propias motosierras. Esto significó, que nuestro grupo llegara al vehículo de apoyo cerca de La Provincia. Provincia tiene casi la misma elevación que El Rancho Aguacate. Hay una serie de crestas entre las dos localidades que uno debe subir y bajar. La distancia total recorrida de nuestra aventura en bici, fue solo de poco más de 40 kilómetros; sin embargo la constante escalada y descenso de pendientes hizo que se sintiera varias veces más larga.
Una expedición a la altura de las expectativas
Mi amigo Ricardo Murrieta, dueño de Aequilibrium Bikes negocio ubicado en la colonia de Versalles de Puerto Vallarta, co-lideró esta expedición conmigo. Nuestro grupo estaba conformado por cinco ciclistas y un equipo de apoyo de dos personas más (a quienes estamos sumamente estamos sumamente agradecidos).
En retrospectiva, la recomendación es conducir a medio día, pasar la noche en algunas cabañas del pueblo de Cuale y comenzar a andar en bici muy temprano a la mañana.
A pesar de que el trayecto generó varias llantas ponchadas, tramos de descenso con los nudillos pálidos y subidas ardientes para nuestros muslos, ya estamos buscando una excusa para regresar y disfrutar una vez más esta increíble aventura en la Sierra Madre. Una expedición a la altura de las expectativas. ¿Te gustaría venir?
Contacta a: Ricardo Murrieta, Aequilibrium Bikes
Email: [email protected]
WhatsApp: 322 111 9040
- Grandes aventuras en la Sierra Madre: Tan cerca, pero tan lejos - 13 enero 2022
