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El pintor de Vallarta ha representado a este destino turístico en todo el mundo. Su arte naïve, es considerado uno de los grandes legados artísticos de México.
Hijo de una familia numerosa, en la que ninguno de los miembros era artista, Manuel Lepe comenzó a pintar a la edad de 7 años sin haber recibido ningún entrenamiento formal. Poco después dejó la escuela primaria para seguir su camino como artista, al cual su padre se opuso durante mucho tiempo por considerarla una actividad de poca hombría.
Afortunadamente, Manuel hizo caso omiso a las objeciones de su padre y se dedicó a pintar, aprendiendo de manera autodidacta y desarrollando un estilo naïve propio.
►El arte naïve legado artístico de México
En aquel entonces no había forma de que él hubiera visto las obras de los grandes pintores naïve europeos. En México tampoco era una corriente popular. Por lo tanto Manuel no pudo haber copiado su singular estilo de nadie más.
El arte naïve o «Naif» es una corriente artística cuya cualidad primordial es la ingenuidad y la espontaneidad. Se ubica muy cercano al arte infantil, lejos de los cánones académicos. Por lo tanto, es casi un requisito que el artista naïve no tenga escuela ni formación artística formal, para que su arte tenga pocas o nulas influencias y sea genuino.
Desde muy joven, Manuel recorría a pie los caminos de Puerto Vallarta con un morral lleno de pinceles, captando paisajes y momentos que más tarde reproduciría en sus pinturas. Así nacieron grandes obras como Vendedores de Pescado, cuyo original pertenece al multimillonario Carlos Slim y de la cual la reina Isabel de Inglaterra tiene una copia en el Museo Real del Castillo de Windsor.
►Manuel Lepe: un legado internacional
Su nombre cruzó fronteras y Manuel cobró gran fama. Una de sus exposiciones rompió el record de asistencia en el Museo de California de los Estados Unidos con 1 millón 140 mil personas. El día que Lepe visitó su exposición fue sacado en hombros mientras unas 20 mil personas lo vitoreaban. De igual forma recibió las llaves de la ciudad de Texas como ciudadano distinguido.
También sus pinturas se han replicado en posters y tarjetas postales a fin de multiplicarlas. Desde 1980 hasta la fecha, la pintura Kiosco ha servido para promover a Puerto Vallarta a nivel internacional en diversas campañas. En 1979, La Ronda fue seleccionada por la UNICEF como imagen oficial para promover los derechos de los niños en todo el mundo. De esta manera Manuel Lepe dejó un legado internacional.
Manuel Lepe, un hombre alegre y de gran corazón
A pesar de su gran éxito, Manuel fue siempre un hombre sencillo y de gran corazón. Se refugiaba a pintar en su casa, en donde vivía con sus tres hijos. Cuenta su hija Marcela, también pintora, que su papá pintaba hasta altas horas de la madrugada y ella se dormía a sus pies. Manuel la llevaba más tarde a su cama y cuando ella despertaba, su papá ya estaba pintando de nuevo.
Jamás quiso usar aire acondicionado ni ventiladores; él abría puertas y ventanas para que corriera el aire sin importar si se sentía calor. El se duchaba a lo largo del día cuantas veces fuera necesario, volviéndose a vestir todo mojado. En su casa siempre había reuniones, fiesta, alegría. Todo el día escuchaba música: le encantaba el mariachi y la música ranchera. Una de sus cantantes favoritas era su comadre Lola Beltrán, madrina de primera comunión de Marcela.
En la pintura admiraba a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Manuel estaba muy orgulloso de México y fue un gran promotor de intercambios culturales. Trajo a Puerto Vallarta conciertos, orquestas y ballets, desde el de Amalia Hernández, hasta el Bolshói de Rusia.
Puerto Vallarta: un paraíso
Su mayor admiración y cariño era para los niños. Cualquier día podía llegar a una escuela con piñatas y útiles escolares para regalarles a todos. No era raro que se interrumpieran las clases para salir a romper las piñatas: era muy espontáneo.
Cuando le preguntaban porqué en sus pinturas él siempre pintaba ángeles y niños, él respondía: “Yo pinto ángeles porque Vallarta es el paraíso; pinto niños porque ellos no tienen preocupaciones ni problemas, ellos sólo piensan en jugar, en ser felices, y eso quiero transmitir con mis pinturas”.
Todas las mañanas se levantaba para llevar a sus hijos a la escuela y de ahí se iba al mercado. Le gustaba mucho caminar para ir haciendo sus bosquejos y siempre iba saludando gente. Quizás sea por eso que la gente lo sentía tan suyo y lo considera el pintor de Puerto Vallarta.
Manuel Lepe falleció en 1984 a la edad de 48 años de un aneurisma cerebral. Hoy es el único pintor naïve mexicano inscrito en el directorio de pintores de Francia. El 17 de abril, día de su nacimiento, se festeja el día de Manuel Lepe, oficialmente instituido desde hace muchos años por el gobierno de Puerto Vallarta. Además se entrega una presea que lleva su nombre a los artistas condecorados por su trayectoria y aportación artística a la región.
Abril, natalicio de Manuel Lepe
Para conmemorar el centernario de Puerto Vallarta se hizo un timbre postal de la obra de Manuel Lepe como el gran artista de Puerto Vallarta. El 17 de abril celebramos el natalicio de Manuel Lepe, por el gran legado que dejó a la ciudad con su arte, que lo ha homenajeado bautizando una calle con su nombre.
Actualmente miles de personas se toman la foto del recuerdo en las letras de Puerto Vallarta que tienen el arte de Manuel Lepe y que se encuentran en el malecón de Puerto Vallarta.
Más información en: www.manuellepe.com. Facebook: Manuel Lepe
