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Cajón de Peñas: Un paraíso natural para recrear el alma

Hablar de Cajón de Peñas es mencionar su riqueza natural, su abundancia de agua y su diversidad biológica. Un lugar que recrea tu interior y fortalece tu espíritu.

Cajón de Peñas es un pintoresco pueblo de Tomatlán, Jalisco, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala y de los atractivos turisticos de Costa Alegre. Se encuentra entre Puerto Vallarta y Manzanillo. Es fácil llegar por carretera, a tan solo 18 minutos de Tomatlán y 80 minutos desde Puerto Vallarta. 

La belleza de Cajón de Peñas radica en la inmensidad de su presa, la más grande de Jalisco, y las siempre verdes montañas de la Sierra Madre Occidental. Es un paraje de una extensa vegetación selvática tropical, abundante agua y exuberante fauna. 

Un paraíso que te invita a desconectarte

Postales de ensueño captan tus sentidos permitiéndote olvidarte de todo. La baja recepción telefónica de la zona hace que desconectarte del mundo sea aún más fácil. Un ambiente de calma te conduce a un viaje de paz, introspección y conocimiento. 

Para los fotógrafos y amantes de la naturaleza, en Cajón de Peñas hay tantos bellísimos rincones por explorar que querrán quedarse a vivir para siempre. En la presa es posible recorrer sus aguas y sus islas para avistar aves, entre las que destacan patos, garzas de cuello perlado, grullas, pinzones de pecho naranja, airones, grajos, colibríes y palomas.

Este lugar es el hábitat de más de 150 especies de aves, 27 de reptiles y 40 especies de mamíferos, de los cuales, cinco especies son consideradas como endémicas para México.

También hay cascadas, ríos y arroyos (guasimal, sombrío, cacao y cuale). En octubre y enero las condiciones son idóneas para visitar las cascadas de El Salto y La Quebrada ya que sus aguas tienen mayor afluencia y las vistas son espectaculares.

¿Y qué se puede decir de su huella histórica? Cajón de Peñas cuenta también con áreas arqueológicas. Tal es el caso de los petroglifos o piedras pintadas, entre las que destaca la «Peña Pintada», una pintura rupestre única en Mesoamérica. Una parada obligada para quienes gustan del senderismo.

El pueblo que dio paso al agua

Bajo la impresionante presa que hoy se conoce, descansan las ruinas de un pueblo próspero con hermosas haciendas, iglesia y un gran número de habitantes, ahora llamado Viejo Santiago. Los habitantes del pueblo entero se mudaron a un nuevo terreno para fundar la comunidad de Nuevo Santiago y dar paso a la construcción de la presa, entre los años 1974 a 1976.

Hoy en día solo hay un puñado de pequeños ranchitos alrededor del lago y permanece en condiciones casi impecables. Actualmente, muchas personas que buscan una forma de vida más ecológica, tranquila y sustentable, llegan a vivir aquí. Como el caso del desarrollo privado de Los Xeneques, un hotel vernacular paradisíaco, que ofrece villas residenciales con un exclusivo concepto de cuidado y preservación del ambiente.

Cajón de Peñas

Cajón de Peñas, la gran presa ecoturística

Cajón de Peñas es uno de los últimos remanentes de selva virgen en la costa de Jalisco. Sus habitantes están dispuestos compartir con los visitantes su estilo de vida, sencillo, tranquilo y respetuoso. 

Los lugareños son personas alegres, que conviven en la zona teniendo como prioridad cuidar y respetar la riqueza natural de su hogar. Viven de la pesca, el turismo y son principalmente reconocidos por su exquisita gastronomía. 

Entre las actividades turísticas que ofrecen está el senderismo, camping y observación de aves. Además, en la presa se ofrecen actividades deportivas como kayak, ski y windsurf. 

Por supuesto, no puede faltar la pesca con una gran variedad de especies como tilapia, lobina, langostino y bagre. También se produce un molusco llamado “tegololo” muy cotizado en todo el mundo por su exquisito sabor y difícil reproducción, ya que sólo se encuentra aquí y en Veracruz. Los restaurantes en las orillas de la presa gustosos la pesca del día, con su sazón sinigual.

Damaris Arellano